NECESIDAD DE LA
VIDA SOCIAL
─ ¿La vida social
es natural?
Indudablemente.
Dios ha hecho al hombre para vivir en sociedad, y no le ha dado inútilmente la
palabra y todas las otras facultades necesarias para la vida de relación.
─ ¿El aislamiento
absoluto es contrario a la ley natural?
Sí; puesto que los
hombres buscan por instinto la sociedad y puesto que todos deben concurrir al
progreso ayudándose mutuamente.
─ El hombre al
buscar la sociedad, ¿obedece únicamente a un sentimiento personal, o bien tiene
ese sentimiento un fin providencial más general?
El hombre debe
progresar. Solo, no puede hacerlo porque no tiene todas las facultades, y le es
preciso el contacto con los otros hombres. En el aislamiento se embrutece y
languidece.
Ningún hombre tiene facultades completas. Por medio de la unión social se completan los unos a los otros para asegurarse el bienestar y progresar. De aquí que, necesitándose unos a otros, han sido hechos para vivir en sociedad y no aislados.
VIDA DE AISLAMIENTO
– VOTO DE SILENCIO
─ Se concibe que,
en tesis general, la vida social sea natural; pero como también son naturales
todos los gustos, ¿por qué ha de ser castigable el del aislamiento absoluto, si
en él halla el hombre su satisfacción?
Satisfacción
egoísta. También hay hombres que hallan placer en embriagarse frecuentemente e,
incluso, muchas veces estando solos , ¿se les aprueba semejante gusto? Dios no
puede admitir como agradable una vida por la cual se condena uno a no ser útil
a nadie.
─ ¿Qué hemos de
pensar de los hombres que viven en reclusión absoluta, para huir del contacto
pernicioso del mundo?
Doble egoísmo.
─ Pero si esa
reclusión tiene por objeto una expiación imponiéndose una privación penosa, ¿no
es meritoria?
La mejor expiación
consiste en hacer más bien que el mal que se ha hecho. Evitando un mal, cae en
otro, pues olvida la ley de amor y de caridad.
─ ¿Qué pensar de
los que se alejan del mundo para consagrarse al alivio de los sufrientes?
Estos se elevan,
humillándose. Tienen el doble mérito de colocarse por encima de los goces
materiales y de hacer el bien, cumpliendo la ley del trabajo.
─ ¿Y los que buscan
en el retiro la tranquilidad que requieren ciertos trabajos?
Este no es el retiro
absoluto del egoísta. No se aíslan de la sociedad puesto que trabajan por ella.
─ ¿Qué debe
pensarse del voto de silencio establecido desde la más remota antigüedad, por
ciertas sectas?
Preguntad si es
natural la palabra y para qué la ha dado Dios. Este condena el abuso, pero no
el uso de las facultades que ha concedido. El silencio, empero, es útil, porque
en el silencio te recoges; tu espíritu se hace más libre y puede entrar
entonces en comunicación con nosotros. Pero el voto de silencio es una
majadería. Es indudable que los que consideran esas privaciones voluntarias
como actos de virtud, tienen buena intención; pero se engañan, porque no
comprenden bastante las verdaderas leyes de Dios.
El voto absoluto de silencio, como el aislamiento, priva al hombre de las relaciones sociales que pueden ofrecerle oportunidad de hacer el bien y de cumplir la ley del progreso.
LAZOS DE FAMILIA
─ ¿Por qué entre
los animales no se conocen entre sí padres e hijos, cuando éstos ya no
necesitan los cuidados de aquellos?
Los animales viven
la vida material y no la moral. La ternura de la madre hacia sus pequeñuelos
reconoce como principio el instinto de conservación de los seres a quienes ha dado a luz. Cuando éstos pueden
bastarse por sí mismos, su misión está cumplida y la Naturaleza no le exige más.
Por esto los abandona para ocuparse de otros nuevos.
─ Hay personas que
del abandono de los animalillos por sus padres, interfieren o comparan pensando
que en el hombre los lazos de la familia no son más que resultado de las
costumbre sociales y no una ley natural. ¿Qué debemos pensar de esto?
El hombre tiene
diferente destino que los animales; ¿por qué, pues, querer siempre asimilarlo a
ellos? En él hay algo más que necesidades físicas, hay la necesidad del progreso,
al cual son necesarios los lazos sociales, y los de la familia estrechan a
aquellos. He aquí porqué los lazos sociales son una ley natural. Dios ha
querido que los hombres aprendieran así a amarse como hermanos.
─ Respecto de la
sociedad, ¿qué resultado daría el enflaquecimiento de los lazos de familia?
Una recrudescencia del egoísmo.