─ ¿Los espíritus ven todo lo que nosotros hacemos?
Pueden verlo, porque os rodean sin cesar; pero cada uno no
ve más de las cosas en que fija la atención, porque no se ocupan de las que les
resultan indiferentes.
─ ¿Los espíritus pueden conocer nuestros más recónditos
pensamientos?
Conocen a menudo hasta aquellos que quisierais ocultaros a
vosotros mismos. No podéis ocultarles ni vuestros actos ni vuestros
pensamientos.
─ Según esto, ¿parece que sería más fácil ocultar una cosa
de una persona que aún vive, que no después que ha muerto?
Indudablemente, y cuando más a solas os creéis, tenéis a
vuestro alrededor una multitud de espíritus que os ven.
─ ¿Qué piensan de nosotros los espíritus que nos rodean y
observan?
Depende. Los duendes se ríen de las travesuras
que os hacen y se burlan de vuestra impaciencia. Los espíritus serios se
compadecen de vuestros infortunios y procuran ayudaros.