─ El fenómeno designado con el
nombre de segunda vista, ¿tiene relación con los sueños y el sonambulismo?
Todo es lo mismo. Lo que llamas
segunda vista es también el espíritu gozando de mayor libertad, aunque no esté
dormido el cuerpo. La doble vista es la vista del alma.
─ ¿Es permanente la segunda
vista?
La facultad, sí; el ejercicio,
no. En los mundos menos materiales que el vuestro, los espíritus se desprenden
más fácilmente y se comunican solo con el pensamiento sin excluir, empero, el
lenguaje articulado, siendo, para la mayor parte de ellos, una facultad
permanente la doble vista. Puede compararse su estado al de vuestros sonámbulos
lúcidos, y esta es también la razón de que se os manifiesten más fácilmente que
los que están encarnados en cuerpos groseros.
─ ¿La segunda vista se desarrolla
espontáneamente o a voluntad del que está de ella dotado?
Lo más frecuente es que sea
espontánea; pero a menudo también la voluntad toma mucha parte. Toma por
ejemplo a ciertas gentes a quienes se llaman pronosticadores de la buenaventura
y algunos de los cuales tienen la facultad que nos ocupa, y verás que es la
voluntad quien les ayuda a desarrollar la segunda vista, y lo que tú llamas
visión.
─ ¿La segunda vista es
susceptible de desarrollo por medio del ejercicio?
Sí; el trabajo conduce siempre al
progreso, y el velo que cubre las cosas se hace transparente.
─ ¿Depende esta facultad de la
organización física?
Cierto que la organización toma
parte, pues las hay que son frágiles.
─ ¿De dónde procede que la
segunda vista parece hereditaria en ciertas familias?
Semejanza de organización que se
transmite como las otras cualidades físicas, y desarrollo de la facultad por
una especie de organización que también se transmite.
─ ¿Es cierto que circunstancias
dadas que desarrollan la segunda vista?
Una enfermedad, la proximidad de
un peligro y de una gran conmoción pueden desarrollarla. El cuerpo se halla a
veces en un estado particular que permite al espíritu ver lo que no podéis ver
vosotros con los ojos del cuerpo.
Los tiempos de crisis y calamidades, las grandes emociones y todas las causas que sobreexcitan la parte moral, provocan a veces el desarrollo de la segunda vista. Parece que la providencia, en vista del peligro, nos da el modo de conjurarlo. Todas las sectas y partidos perseguidos ofrecen numeroso ejemplos.
─ ¿Las personas dotadas de
segunda vista, tienen conciencia de ello?
No siempre. Para ellas es una
cosa natural, y muchos creen que si todos se observasen, serían lo mismo.
─ ¿Podría atribuirse a una
especia de segunda vista la perspicacia de ciertas personas que, sin tener nada
de extraordinario, juzgan de las cosas con más exactitud de las otras?
Siempre es el alma que visualiza
más libremente y que juzga mejor que bajo el velo de la materia.
─ ¿Puede esta facultad dar en ciertos
casos la presciencia (presagio con exactitud) de las cosas?
Sí, y da también los presentimientos; porque hay
muchos grados de esta facultad, y el mismo sujeto puede tenerlos todos, o
algunos solamente.