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14.6.13

SEGUNDA VISTA

─ El fenómeno designado con el nombre de segunda vista, ¿tiene relación con los sueños y el sonambulismo?

Todo es lo mismo. Lo que llamas segunda vista es también el espíritu gozando de mayor libertad, aunque no esté dormido el cuerpo. La doble vista es la vista del alma.

─ ¿Es permanente la segunda vista?

La facultad, sí; el ejercicio, no. En los mundos menos materiales que el vuestro, los espíritus se desprenden más fácilmente y se comunican solo con el pensamiento sin excluir, empero, el lenguaje articulado, siendo, para la mayor parte de ellos, una facultad permanente la doble vista. Puede compararse su estado al de vuestros sonámbulos lúcidos, y esta es también la razón de que se os manifiesten más fácilmente que los que están encarnados en cuerpos groseros.

─ ¿La segunda vista se desarrolla espontáneamente o a voluntad del que está de ella dotado?

Lo más frecuente es que sea espontánea; pero a menudo también la voluntad toma mucha parte. Toma por ejemplo a ciertas gentes a quienes se llaman pronosticadores de la buenaventura y algunos de los cuales tienen la facultad que nos ocupa, y verás que es la voluntad quien les ayuda a desarrollar la segunda vista, y lo que tú llamas visión.

─ ¿La segunda vista es susceptible de desarrollo por medio del ejercicio?

Sí; el trabajo conduce siempre al progreso, y el velo que cubre las cosas se hace transparente.

─ ¿Depende esta facultad de la organización física?

Cierto que la organización toma parte, pues las hay que son frágiles.

─ ¿De dónde procede que la segunda vista parece hereditaria en ciertas familias?

Semejanza de organización que se transmite como las otras cualidades físicas, y desarrollo de la facultad por una especie de organización que también se transmite.

─ ¿Es cierto que circunstancias dadas que desarrollan la segunda vista?

Una enfermedad, la proximidad de un peligro y de una gran conmoción pueden desarrollarla. El cuerpo se halla a veces en un estado particular que permite al espíritu ver lo que no podéis ver vosotros con los ojos del cuerpo.
Los tiempos de crisis y calamidades, las grandes emociones y todas las causas que sobreexcitan la parte moral, provocan a veces el desarrollo de la segunda vista. Parece que la providencia, en vista del peligro, nos da el modo de conjurarlo. Todas las sectas y partidos perseguidos ofrecen numeroso ejemplos.
─ ¿Las personas dotadas de segunda vista, tienen conciencia de ello?

No siempre. Para ellas es una cosa natural, y muchos creen que si todos se observasen, serían lo mismo.

─ ¿Podría atribuirse a una especia de segunda vista la perspicacia de ciertas personas que, sin tener nada de extraordinario, juzgan de las cosas con más exactitud de las otras?

Siempre es el alma que visualiza más libremente y que juzga mejor que bajo el velo de la materia.

─ ¿Puede esta facultad dar en ciertos casos la presciencia (presagio con exactitud) de las cosas?

Sí, y da también los presentimientos; porque hay muchos grados de esta facultad, y el mismo sujeto puede tenerlos todos, o algunos solamente.