─ ¿Es cierta la opinión según la cual los cretinos e idiotas
─conocidos como bobos─ tienen un alma de naturaleza inferior?
No; tienen un alma humana, con frecuencia más inteligente de
lo que creéis, y que sufre por la insuficiencia de los órganos que le sirven de medio para comunicarse, tanto como sufre el mudo porque no puede hablar.
─ ¿Qué objeto tiene La Providencia, creando seres
desgraciados como los cretinos e idiotas?
Los espíritus que viven en los cuerpos de los idiotas sufren
un castigo. Estos espíritus padecen a consecuencia de la contrariedad que
experimentan, y por su impotencia en manifestarse por medio de órganos no
desarrollados o imperfectos.
─ ¿No es, pues, exacto decir que los órganos no influyen en
las facultades?
Jamás hemos dicho que los órganos no influyen; influyen, y
mucho, en la manifestación de las facultades; pero no las origina. He aquí la
diferencia. Un buen músico con un instrumento malo no ejecutará bien; lo cual,
sin embargo, no le privará de ser un buen músico.
─ ¿Qué mérito puede tener la existencia de seres que, no
pudiendo hacer ni mal ni bien, como los idiotas y los cretinos, no pueden
progresar?
Es una expiación o castigo impuesto al abuso que hayan
podido hacer de ciertas facultades. Es un tiempo de espera.
─ Así, pues, el cuerpo de un idiota, ¿puede albergar u
espíritu que haya animado a un hombre de genio, en una existencia anterior?
Sí, el genio se convierte a veces en calamidad, cuando, con malos
propósitos, abusa de su buena inteligencia.
La superioridad moral no siempre está en proporción o al nivel de la intelectual, los más grandes genios pueden estar cometiendo malas acciones y dejando a su paso mucho por expiar o pagar. De aquí procede a menudo que tengan que sobrellevar una sufrida existencia de nivel inferior a la que ya han vivido. Las trabas que encuentra el espíritu para sus manifestaciones son como cadenas que dificultan los movimientos al hombre vigoroso. Puede decirse que el cretino y el idiota están lisiados en la manera de manifestarse el cerebro, como el cojo de las piernas y el ciego de los ojos.
─ ¿El idiota tiene en estado de espíritu conciencia de su
estado mental?
Sí, muy a menudo. Comprende que las cadenas que dificultan
su vuelo son una prueba y una expiación o castigo.
─ ¿Cuál es la situación del espíritu en la locura?
El espíritu en estado de libertad recibe directamente sus
impresiones y directamente ejerce su acción en la materia; pero encarnado se
encuentra en condiciones muy diferentes, y tiene la necesidad de hacerlo
siempre con la ayuda de los órganos. Si una parte del conjunto de estos órganos
está alterado, su acción o sus impresiones, respecto de aquellos órganos, están
interrumpidas. Si pierde los ojos, se queda ciego; si son los oídos, sordo,
etc. Imagina ahora que el órgano que preside los efectos de la inteligencia y
de la voluntad está parcial o completamente atacado o modificado, con esa
imaginación te será fácil el comprender que, no teniendo a su disposición el
espíritu sino órganos incompletos o dañados, debe resultar una perturbación de
la que el espíritu por sí mismo, y en su fuero interno, tiene conciencia
perfecta; pero cuyo curso no puede por sí mismo detener.
─ Entonces el que está desorganizado, ¿es siempre el cuerpo
y no el espíritu?
Sí; pero es preciso no perder de vista que, del mismo modo
que el espíritu obra en la materia, esta reacciona sobre aquel hasta cierto
punto, y que el espíritu puede encontrarse impresionado momentáneamente por la
alteración de los órganos por cuyo medio se manifiesta y recibe sus
impresiones. Puede suceder que a la larga, cuando ha durado mucho la locura, la
repetición de los mismos actos concluya por tener en el espíritu una
influencia, de la que no se libra, hasta su completa separación de toda
impresión material.
─ ¿De dónde procede que la locura arrastra a veces al
suicidio?
El espíritu sufre por la violencia que experimenta y por su
impotencia para manifestarse libremente, y por esta razón busca en la muerte un
medio de romper sus ligaduras.
─ El espíritu de la persona que muere y que en vida sufría
de locura, ¿se resiente, después de la muerte, del desarreglo de sus
facultades?
Puede resentirse durante algún tiempo después de la muerte,
hasta que esté completamente desprendido de la materia, como el hombre que recién
se despierta se resiente durante unos minutos de la turbación en que le tenía
el sueño.
─ ¿Cómo puede la alteración del cerebro reaccionar sobre el
espíritu, después de la muerte?
Es un recuerdo. Un peso gravita sobre el
espíritu, y como no ha tenido inteligencia de todo lo ocurrido durante su
locura, le es preciso siempre cierto tiempo para ponerse al corriente. Por
esto, mientras más ha durado la locura durante la vida, más dura la molestia,
la violencia después de la muerte. El espíritu desprendido del cuerpo, se
resiente algún tiempo de la impresión de sus ataduras.