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17.7.13

DE LA REENCARNACIÓN

─ ¿Cómo puede acabar de purificarse el alma que no ha alcanzado la perfección durante la vida corporal?

"Sufriendo o superando la prueba de una nueva existencia".

─ ¿Cómo realiza el alma esta nueva existencia? ¿Transformándose como espíritu?

"Es indudable que purificándose el alma, sufre una nueva transformación; pero, para conseguirlo, le es precisa la prueba de la vida corporal".

─ ¿El alma tiene, pues, muchas existencias corporales?

"Sí. Todos tenemos muchas existencias. Los que os dicen lo contrario, quieren teneros en la ignorancia en que ellos están. Su deseo no es otro".

─ Parece resultar, de este principio, que el alma, después de abandonar el cuerpo, toma otro; es decir, se reencarna en un nuevo cuerpo. ¿Es así como debemos entenderlo?

"Evidentemente".

─ ¿Cuál es el objeto de la reencarnación?

"La expiación y purga de malas actuaciones anteriores, y el mejoramiento progresivo de la humanidad... ¿Dónde estaría, sin eso, la justicia?"

─ ¿Es limitado el número de existencias corporales o, bien, el espíritu se reencarna una y otra vez en un sin cesar infinito?

"En cada nueva existencia, el espíritu da un paso en el camino del progreso, y cuando se despoja de todas las impurezas no necesita ya más las pruebas de la vida corporal".

─ ¿Se da el mismo número de encarnaciones para todos los espíritus?

"No. Porque el que progresa rápidamente se evita pruebas. Como quiera que sea, las encarnaciones sucesivas son numerosas cuando el progreso es insignificante".

─ ¿Qué viene a ser el espíritu después de su verdadera última encarnación?

"Espíritu bienaventurado; Espíritu Puro".