─ ¿El espíritu de un niño muerto en edad temprana, está tan adelantado
como el de un adulto?
"Si o No. A veces más, porque puede haber vivido mucho más y tener más
experiencia sobre todo si ha progresado".
─ ¿El espíritu de un niño puede estar más adelantado que el de su
padre?
"Este caso es frecuente, ¿por ventura no lo veis a menudo en La Tierra?"
─ El espíritu del niño que, por haber muerto en edad temprana, no pudo
hacer el mal, ¿pertenece entonces a los grados superiores?
"Si no ha hecho el mal, tampoco ha hecho el bien, y Dios no le libra de
las pruebas que ha de sufrir y de superar. Si es Puro, no depende de que fuera
niño, sino de que estaba más adelantado".
─ ¿Por qué se interrumpe a menudo la vida estando la persona en la
infancia?
"La duración de la vida del niño para el espíritu que en él está
encarnado, puede ser el complemento de una existencia interrumpida antes del
término deseado, y su muerte es con frecuencia una prueba o una expiación
(penitencia o purga) para sus padres".
─ ¿Qué hace el espíritu de un niño que muere en edad temprana?
"Vuelve a empezar una nueva existencia.
Si solo una existencia tuviese el hombre y si, después de ella,
quedase decidida para siempre su suerte futura, ¿cuál sería el mérito de la
mitad de la especia humana, que muere en edad tierna, como para disfrutar, sin
haber luchado, de la dicha eterna, y con qué derecho sería eximida de las
condiciones, tan duras a veces, impuestas a la otra mitad? Semejante orden de
cosas no podría estar conforme con la justicia de Dios. Dada la reencarnación,
todos son iguales, a todos pertenece el porvenir sin excepción y sin
favoritismo, y los últimos que llegan solo a sí mismos pueden culparse. El
hombre debe tener el mérito de sus actos, como tiene la responsabilidad de
ellos".
Por otra parte, no es racional considerar la infancia como un estado normal de inocencia. ¿No vemos niños dotados de los peores instintos en edad en que no ha podido la educación ejercer aún su influencia? ¿No los vemos que parecen haber traído, al nacer, la astucia, la falsedad, la perfidia (deslealtad, traición) y hasta los instintos del robo y del asesinato, no obstante los buenos ejemplos que les pueden rodear? La ley civil absuelve sus crímenes; porque, según dice, obran sin discernimiento; y tienen razón, porque, en efecto, obran más por instinto que deliberadamente. Entonces, ¿de dónde pueden provenir esos tan diferentes instintos de niños de una misma edad, educados con las mismas condiciones y sometidos a las mismas influencias? ¿De dónde, si no de la interioridad del espíritu precede esa perversidad precoz, puesto que ninguna parte toma en ella la educación? Los que son viciosos, lo son porque sus espíritus han progresado menos, y sufren entonces las consecuencias, no de sus actos de niño, sino de los de sus existencias anteriores, y así una misma es la ley para todos y a todos alcanza la justicia de Dios.