─ Con frecuencia los padres transmiten a los hijos la semejanza
física, ¿le transmiten también la moral?
"No; porque tienen almas o espíritus diferentes. El cuerpo procede del
cuerpo, pero el espíritu no procede de otro espíritu. Entre los descendientes
de familia no existe más que consanguinidad".
─ ¿De dónde proceden las semejanzas morales que existen a veces entre
padres e hijos?
"Son espíritus con simpatía mutua, atraídos por la semejanza de sus
inclinaciones".
─ ¿No tiene influencia el espíritu de los padres en el del hijo,
después de haber nacido este?
"La tiene, y muy grande; pues, como ya se ha dicho, los espíritus deben
contribuir a su progreso recíproco. Pues bien: el espíritu de los padres tiene
la misión de desarrollar, por medio de la educación, el de sus hijos, lo que
les impone una tarea. Si faltan en ella, se hacen culpables".
─ ¿Por qué hay padres buenos y virtuosos que tiene hijos de naturaleza
perversa? O, de otro modo, ¿por qué las buenas cualidades de los padres no
atraen siempre en virtud de la simpatía, a un buen espíritu que anime al cuerpo
del hijo?
"Un espíritu malo puede pedir buenos padres con la esperanza de que sus
consejos le llevarán por mejor camino, y a menudo Dios se lo concede".
─ ¿Pueden los padres con sus pensamientos y súplicas atraer al cuerpo
del hijo un espíritu bueno con preferencia sobre un espíritu malo?
"No. Pero pueden mejora el espíritu del hijo que han engendrado y que
les ha sido confiado, y este es su deber. Los hijos malos son una prueba para
los padres".
─ ¿De dónde procede la semejanza de carácter que existe con frecuencia
entre los hermanos; por ejemplo cuando son gemelos?
"Son espíritus que tienen simpatía mutua por la semejanza de sus
sentimientos y que son felices estando juntos".
─ ¿Hay dos espíritus o, dicho de otro modo, dos almas en los niños
cuyos cuerpos están unidos y que tienen ciertos órganos comunes?
"Sí. Aunque a menudo su semejanza hace que os parezca solo uno".
─ Puesto que los espíritus se encarnan por simpatía en los gemelos,
¿de dónde procede la aversión que a veces se nota entre éstos?
"No es regla invariable la de que los gemelos sean espíritus mutuamente
simpatizantes, pues también espíritus malos o no afines pueden querer luchar
juntos en el teatro de la vida".
─ ¿De dónde procede el carácter distintivo que en cada pueblo se
observa?
"Los espíritus forman también grupos o familias por la semejanza de sus tendencias según su elevación. Pues bien, un
pueblo es una gran familia donde se reúnen espíritus que, entre sí, simpatizan
o son afines. La tendencia a unirse que tienen los miembros de esas familias es
el origen de la semejanza que existe en el carácter distintivo de cada pueblo.
¿Crees tú que los espíritus buenos y humanitarios acudirán a encarnar en un
pueblo duro y grosero? No, los espíritus simpatizan con las masas, como con los
individuos, y aquellas les proporcionan la esfera que desean".
─ ¿Conserva el hombre en sus nuevas existencias vestigios del carácter
moral de sus anteriores existencias?
"Sí, puede suceder así; pero mejorándose cambia. Puede también no ser
la misma su posición social, y si de amo pasa a ser esclavo, sus gustos serán muy
diferentes y trabajo tendríais en reconocerlo. Siendo el mismo el espíritu en
las diversas encarnaciones, sus manifestaciones pueden tener, de la una a la
otra, ciertas analogías modificadas, por las costumbres de su nueva posición,
hasta que un perfeccionamiento notable cambia completamente su carácter; porque
de orgulloso y malvado puede, si se arrepiente y se lo propone, trocarse en
humilde y humano".
─ En sus diferentes encarnaciones, ¿conserva el hombre vestigios de apariencia
física de las existencias anteriores?
"El cuerpo se destruye, y el nuevo ninguna relación tiene con el
anterior. No obstante el espíritu se refleja en el cuerpo; y aunque es cierto
que solo materia es el cuerpo, éste, sin embargo, está modelado con arreglo al
espíritu que le imprime cierto aire o aspecto, especialmente en la cara, por lo
que se dice con exactitud que los ojos son el espejo del alma. Quiere esto
decir, que la cara particularmente refleja el alma; porque una persona
excesivamente fea tiene ─a pesar de ello─ algo que gusta, cuando sirve de
envoltura a un espíritu bueno, prudente y humano, al paso que hay caras muy
bonitas que nada dicen, y que hasta inspiran repulsión. Podrías creer que solo
los cuerpos perfectos sirven de envoltura a espíritus perfectos, siendo así que
cada día encuentras hombres de bien a pesar de su apariencia exterior deforme.
Sin tener, pues, una semejanza pronunciada, la de gustos e inclinaciones puede
dar lo que se llama aire de familia".
No teniendo ninguna relación necesaria el cuerpo que reviste el alma en una nueva encarnación con el que ha abandonado, puesto que puede derivar de muy distinto origen, sería absurdo deducir una sucesión de existencias de un parecido que no pasa de ser fortuito. Las cualidades del espíritu modifican, sin embargo, con frecuencia los órganos de sus manifestaciones, e imprimen a la cara, y hasta al conjunto de los gestos, un sello definitivo. Así bajo la más humilde envoltura puede descubrirse la expresión de grandeza y de dignidad, al paso que bajo el traje del caballero encopetado se descubre, a veces, la de bajeza e ignominia. Ciertas personas procedentes de la más ínfima posición, adquieren sin dificultad las costumbres y modales de la alta sociedad, y parecen que en ella vuelven a encontrar su elemento, mientras otras, a pesar de su buen nacimiento y educación, están siempre utilizando modales y usanzas impropias de su actual rol social.