─ ¿Qué se hace el alma en el momento de la muerte?
"Vuelve a ser espíritu; es decir, entra de nuevo en el mundo de los espíritus que había abandonado temporalmente".
─ ¿El alma conserva su individualidad después de la muerte?
"Si, y no la pierde nunca. ¿Qué sería si no la conservase?"
─ ¿Cómo manifiesta el alma su individualidad careciendo del cuerpo material?
"Tiene un fluido que le es propio, que toma en la atmósfera de su planeta y que representa la apariencia de su última encarnación; su periespíritu".
─ ¿Nada se lleva el alma consigo de este mundo?
"Únicamente el recuerdo y el deseo de ir a otro mundo mejor. Y ese recuerdo que lleva es grato o desagradable, según el uso que ha hecho de su vida, y mientras más pura es el alma, mejor comprende la futilidad de lo que deja en la tierra. Futilidad, significa inútil o sin importancia".
─ ¿Qué hemos de pensar de la opinión según la cual el alma vuelve, después de la muerte, al todo universal?
"La reunión de los espíritus son todo un mundo. No obstante, cuando estás en una reunión formas parte integrante de ella y, sin embargo, conservas tu individualidad".
─ ¿Qué pruebas podemos tener de la individualidad del alma después de la muerte?
"Si no sois ciegos, veréis; y oiréis, si no sois sordos. Porque a menudo habla una voz que os revela la existencia de un ser fuera de vosotros".
Los que opinan que al morir, el alma reingresa en el todo universal, están equivocados. Y están equivocados si entienden que se trata de un proceso como el de la gota de agua que cae en el océano, perdiendo su individualidad. Pero están en lo cierto si por el TODO UNIVERSAL entienden la reunión de los seres incorporales de la cual forma un elemento cada alma o espíritu. Si las almas estuviesen confundidas con el conjunto, no tendrían otras cualidades que las de este, y nada las distinguiría entre sí. No tendrían una inteligencia, ni características o cualidades propias, cuando en todas las comunicaciones revelan la conciencia del yo y una voluntad distinta, siendo infinita la diversidad que bajo todos los aspectos ofrecen, consecuencia también de las individualidades. Si después de la muerte solo existiese lo que se llama el Gran Todo que absorbe todas las individualidades, este Todo sería uniforme y, por lo tanto, todas las comunicaciones que se recibiesen del mundo invisible serían idénticas. Pero puesto que en él se encuentran seres buenos y malos, sabios e ignorantes, alegres y tristes, ligeros y profundos, etc., es evidente que son seres distintos. La individualidad se hace más palmaria aún, cuando prueban su identidad por medio de signos incontestables, de pormenores personales relativos a su vida terrestre y que pueden comprobarse; y no puede ponerse en duda, cuando se presentan a la vista en las apariciones.
La individualidad del alma nos era enseñada teóricamente como un artículo de fe; pero el espiritismo la patentiza, y hasta cierto punto la materializa.
─ ¿En qué sentido debe entenderse la vida eterna?
"La eterna es la vida del espíritu; la del cuerpo es transitoria y pasajera. Cuando el cuerpo muere, el alma vuelve a la vida eterna".
─ ¿No sería más exacto llamar vida eterna a la de los Espíritus Puros, a la de los que, habiendo llegado a la cumbre de la perfección, no han se sufrir o superar más pruebas?
"Esa más bien es la dicha eterna, pero ésta es cuestión de palabras. Llamad a las cosas del mundo que queráis, con tal de que os entendáis".